EMPRENDER EN EL INTERIOR: RETOS QUE ABREN OPORTUNIDADES
EMPRENDER EN EL INTERIOR: RETOS QUE ABREN OPORTUNIDADES
Amabilia Puac en la Ruta de Emprendimientos Sostenibles, 2024. Foto: Red Emprende.
Hablar de emprendimiento en el interior del país es hablar de creatividad, esfuerzo y comunidad. En lugares como Sololá, donde el comercio ha sido históricamente parte del tejido social, emprender no es una novedad, sino una extensión natural de la vida cotidiana. Amabilia Puac, egresada de la Licenciatura en Turismo de UVG Campus Altiplano y de la Maestría en Turismo Sostenible de UVG Campus Central y parte del equipo del Centro de Emprendimiento UVG CREA, conoce de cerca esta realidad. Desde hace varios años ha acompañado a emprendedores en su camino de formación y crecimiento, y ha visto cómo el ecosistema se transforma paso a paso.
Para Amabilia, uno de los aspectos más valiosos del trabajo con emprendedores rurales es la posibilidad de reconocer sus fortalezas, pero también de abrir nuevas ventanas de oportunidad. En comunidades como las de Sololá, es común encontrar negocios familiares de alimentación, venta de refacciones, producción de textiles y elaboración de productos a base de plantas. Emprendimientos profundamente enraizados en su cultura, con propuestas que combinan tradición, saberes heredados y una gran pasión por lo que hacen.
En ese contexto, la formación ha demostrado ser un motor clave. Cada vez más emprendedores se interesan por participar en procesos que les permitan fortalecer sus habilidades, acceder a nuevas herramientas y compartir experiencias. Aunque todavía hay mucho por hacer en cuanto a cambiar la percepción de la capacitación —que en algunos casos sigue viéndose como una exigencia externa más que como una inversión a largo plazo—, se empieza a reconocer su verdadero valor. Lejos de ser un obstáculo, la formación se va comprendiendo como una vía para potenciar lo que ya existe, ampliar la visión del negocio y conectar con otras personas que enfrentan desafíos similares. El aprendizaje no solo abre puertas: también crea redes que sostienen y hacen crecer.
Asistencia técnica de Innovación, Red Emprende, 2024. Foto: Red Emprende.
Asistencia técnica de Innovación, Red Emprende, 2024. Foto: Red Emprende.
Al mismo tiempo, hay retos que se repiten y que reflejan no una falta de interés, sino la necesidad de acompañamiento. La transformación digital, por ejemplo, representa un universo de oportunidades que todavía genera dudas o se percibe como inaccesible. Desde el uso de redes sociales hasta la automatización de procesos contables, hay herramientas que pueden ahorrar tiempo y mejorar la gestión, pero que requieren un enfoque práctico y adaptado al contexto. Algunos emprendedores ya han dado ese paso, pero muchos otros aún no han tenido el apoyo necesario para hacerlo.
Algo similar ocurre con la identidad visual. Aunque hay productos de gran calidad y negocios con mucho potencial, en ocasiones no se les ha dedicado tiempo al desarrollo de una marca clara, con un nombre definido, un logo o un mensaje que conecte con el público. No se trata de una falta de interés, sino de prioridades: en muchos casos, el día a día y la necesidad de generar ingresos inmediatos hacen que estos aspectos queden en segundo plano. Sin embargo, cuando se les da atención, se nota el cambio en cómo el emprendimiento se posiciona y se comunica.
Ruta de Emprendimientos Sostenibles, Red Emprende, 2024. Foto: Red Emprende.
Ruta de Emprendimientos Sostenibles, Red Emprende, 2024. Foto: Red Emprende.
Cecilia de León, directora de la carrera de Licenciatura en Diseño de Producto e Innovación de la Universidad del Valle de Guatemala. Taller de innovación en San Andrés Semetabaj, Red Emprende. Foto: Red Emprende.
Otro aspecto crucial es la gestión financiera. Llevar un control claro de ingresos, egresos, costos y márgenes de ganancia sigue siendo un reto para muchos. En varios casos, solo uno de cada diez emprendedores lleva registros formales o analiza sus números con regularidad. Esta es una oportunidad importante para fortalecer el negocio, tomar decisiones informadas y evitar estancamientos. Lo mismo sucede con la organización interna: al inicio, es normal que una sola persona lo haga todo, pero crecer implica empezar a definir roles, separar tareas y proyectar una estructura más sólida.
Taller de innovación en San Andrés Semetabaj, Red Emprende. Foto: Red Emprende.
UVG, Campus Altiplano. Foto: Red Emprende.
A pesar de estas dificultades, el ecosistema está evolucionando. Amabilia ha notado un cambio en la actitud de los emprendedores: hay más interés en participar en ferias, asistir a reuniones y buscar conexiones que antes no se priorizaban. Programas como la Ruta de Emprendimientos Sostenibles lo evidencian. En su tercera cohorte, la convocatoria fue mucho más fluida, y eso habla de una apertura creciente hacia estos espacios de formación y colaboración. También se ha fortalecido el trabajo conjunto con instituciones locales como municipalidades o delegaciones de MINECO, lo que suma esfuerzos para construir un entorno más propicio para emprender.
Desde la academia, el rol es claro: acompañar, facilitar y adaptar. Hay una gran oportunidad para fomentar la mentalidad emprendedora desde la etapa estudiantil, acercando casos reales, modelos de negocio inspiradores y herramientas concretas. También es importante entender que formarse implica tiempo, y que para alguien que vive de su emprendimiento, dedicar una mañana a un curso significa dejar de vender ese día. Por eso, el enfoque debe ser flexible, empático y útil.
Emprender en el interior del país no es una tendencia: es una necesidad y una oportunidad. Y si bien los retos existen, también hay una fuerza enorme en la capacidad de crear, reinventarse y avanzar. Acompañar estos procesos desde el respeto, la escucha y la colaboración es clave para que más negocios logren sostenerse, crecer y transformar sus comunidades desde adentro.
UVG CREA es el Centro de Emprendimiento de la Universidad del Valle de Guatemala. A través de su modelo “El Camino del Emprendedor”, que integra programas de inspiración, comunicación, formación, acompañamiento y conexión con el ecosistema, fomenta la innovación en la comunidad UVG y forma emprendedores capaces de crear negocios que resuelvan los desafíos clave de Guatemala y la región.